jueves, 25 de julio de 2013

Inspirar momentos

Inspirar olores de verano para superar los inviernos:

"Mi mujer siempre me decía que cuando algo era irrepetible, había que respirarlo...
Ella inspiraba recuerdos...
Sobre todo los olores de verano... Decía que los guardaba para cuando llegará el invierno."

Brújulas que buscan sonrisas, Albert Espinosa




domingo, 14 de julio de 2013

Naturalidad


En el poema de Pushkin Eugenio Oneguin se atreve a decirle a una humillada Tatiana después de que ésta le abriera con naturalidad su corazón y le confesara sus sentimientos: “Me atrevería a aconsejarle que aprenda usted a dominarse, ya que no todo el mundo podrá comprenderla como yo y su inexperiencia podría acarrearle alguna desgracia”

Hay momentos en los que la espontaneidad y la naturalidad deben perderse, o quizás, moderarse? Pienso que a veces lo que en ocasiones se presenta como una virtud puede en otras ser un arma de doble filo con final fatídico.

Si todos, o para no generalizar, si actualmente se considera la naturalidad como un valor en alza, es difícil distinguir que criterios hacen que deba "fingirse" o dominarse.

No hay duda que el autocontrol es algo esencial para no perder los papeles, especialmente fuera de los círculos de confianza, y en aquellos en los que como apunta Oneguin no se pueda comprender y traiga más problemas que otra cosa.

Pero la naturalidad....entre amigos, entre pareja o entre familia, para mi es algo fundamental. No concibo estar con alguien con la sensación de "postureo" (termino muy de moda). La transparencia, la risa natural, los gestos que te identifican, las reacciones que te caracterizan, lo que te hace saber que quien está contigo es porque te acepta tal cual eres, y así es como te quieren.

Se puede estar a gusto con alguien con quien tienes que fingir tu persona? Lo dudo mucho.

Hay momentos en los que es mejor dominar las emociones,  pero y la personalidad? Sin duda, no es lo mismo como te presentas en tu trabajo que con tu familia, como tampoco ese momento de orgullo en una ruptura en lo que aunque te apetezca sea tirar el primer plato que te encuentres y sollozar todas las lagrimas posibles, finges. 
A veces fingir puede hacer que las situaciones no empeoren y que no se digan o hagan cosas que en momentos más reflexivos uno se va a arrepentir seguro. A quien o quien menos le ha pasado, y seguro que vienen a la mente muchos momentos en los que por precipitarse luego llega el arrepentimiento.

La pregunta siguiente quizás sería, si aunque uno se pueda arrepentir de esas experiencias es mejor vivirlas. Al fin y al cabo, uno es como es, y esas son las cosas que te forjan el carácter y te dirigen el rumbo, y la vida está para equivocarse y volver a empezar. Soldar con los errores que se cometen la vida, única, inimitable e inigualable que vivimos cada uno. 
Y también, de la misma forma que a uno le pueden venir esos recuerdos de arrepentimiento, muy posiblemente también le vengan a la mente aquellos en los que a pesar de no estar convencido das un salto y arriesgas.... y ganas. A veces el resultado puede ser muy sorprendente. "No pain no gain".

Definitivamente creo que mi conclusión sería que uno nunca debe perder la naturalidad y que a pesar de los riesgos hay que atreverse a apostar. Si las cosas se tuercen o no salen pues se asumen y se proyectan nuevos caminos. Pero uno debe sentirse bien consigo mismo, y para bien o para mal estar orgullosos de quienes somos, porque es la huella de identidad que nos diferencia del resto. No hay clones, sólo personas.



Y quizás la siguiente entrada tendría que ser sobre la aceptación...