domingo, 21 de febrero de 2010

Apolo y Dafne




Que me perdone mi amigo Honda por profanar a Wagner, pero yo sólo creo en Dios, en Miguel Ángel y en Bernini :-)


Por tanto, expresada ya mi admiración ante tales artistas me gustaría abrir esta entrada dedicada a esta obra esculpida por Bernini en 1622, que se inspira en la fábula mitológica que el poeta Ovidio relató en "Metamorfosis". Sobra decir que como puede observarse Bernini capta de una forma extraordinaria la antítesis que se presenta entre ambas figuras, de una parte el dinamismo que muestra Apolo al perseguir a Dafne en contraposición de la paralización que esta ninfa presenta.

Primeramente cabe hacer una análisis de la iconografía que presenta la escultura que aquí se presenta, que tiene su base en la bella Dafne, que tal y como describe Ovidio en la obra citada, era una ninfa hija de la diosa Tierra (Gea) y del río Perneo .Tiene base también la escultura en Apolo quien trata de seducirla. Durante la persecución Dafne implora a su padre que le ayude en la huida y es en ese mismo instante cuando Dafne empezó a transformarse en laurel, esta metamorfosis se plasma en el cambio que se produce en el cuerpo de Dafne al convertirse en el tronco del árbol, así como en sus brazos y cabellos que van tomando forma de ramas y hojas del propio laurel.


Una vez se ha consumado la transformación Apolo llora desconsoladamente ante el laurel, su bella amada transformada ya en árbol, y proclama que desde ese mismo instante el laurel sería considerado símbolo de la victoria, el cual coronaría a generales romanos y emperadores en honor a Dafne.

En la escultura Bernini representa el instante mismo en que Apolo coge a Dafne y con sorpresa descubre que su amada se esta empezando a transformar en laurel, mientras que la ninfa se gira horrorizada al sentir la mano de perseguidor tocándole el cuerpo, y a la vez descubre que su cuerpo se esta empezando a cubrir de corteza mientras que sus pies se arraigan con raíces en el suelo, y ve como de sus brazos y cabellos brotan ramas y hojas de laurel.

Sin embargo se puede observar como Bernini define perfectamente la oposición existente entre la rugosidad que se desprende de la corteza del árbol y la suavidad que isnpira la piel de la bella ninfa.


Teniendo en cuenta la inscripción que se halla en el pie de la escultura podemos decir que la obra de Bernini tiene una clara significación moral, puesto que seria una alegoría de la caducidad de la vida y de la inutilidad de los placeres terrenales cuando la mente así como el corazón humano no están dirigidos a su fin último que es la Eternidad.


Esta inscripción con forma de epigrama dice que los que aman la belleza efímera y fugitiva no acaban recogiendo más que “la rosada de las hojas” así como “frutos amargos”


El significado estético de la obra responde a la poesía lírica por la identidad de los personajes puesto que Apolo, dios de las artes, persigue a la bella ninfa Dafne que personifica la naturaleza.

Cabe decir, que el símbolo del laurel es un símbolo heráldico en el escudo de la familia Barberini, que fueron quienes encargaron la obra objeto de este tema a Bernini.


Como se ha adelantado, la excelencia de Apolo y Dafne reside en que Bernini se propuso realizar aquello que aún no se había hecho en escultura como era representar la transformación i el movimiento fugaz y transitorio de la metamorfosis en su estado puro, dado que claramente el escultor plasma el proceso evolutivo de Dafne.


Podemos encontrar en esta escultura una gran complejidad tanto psicológica como física, de una parte la sorpresa de Apolo, cansado por la carrera en el momento en que cree que por fin ha atrapado a Dafne, y la exclamación horrorizada de la ninfa al sentir como su perseguidor la agarra al tiempo que se esta metamorfoseando.


De otra parte el movimiento de Apolo que aún corre en contraposición de la parada súbita que realiza Dafne cuando sus pies se convierten en raíces mientras que sus cabellos se transforman en ranas que aún ondean en el aire.


El grupo escultórico presenta una perfecta unidad y amplitud del movimiento, sin embargo varios son los puntos en que esta obra debe ser contemplada.


Frontalmente puede observarse una composición abierta, en la que el brazo derecho de los dos personajes, así como la pierna izquierda de Apolo que se encuentra levantada y flexionada, y el pelo de Dafne entre otros elementos formales del grupo configuran unas líneas compositivas que, desde el núcleo de la estatua se expanden en el espacio que les envuelve. Hay que destacar también la sinuosidad de las formas y la diagonalidad que presenta puesto que esto acrecenté la sensación de movimiento en la escultura.


Desde un punto contrario, es decir, observando la escultura desde un punto de vista dorsal, se puede observar a Apolo corriendo, sin embargo Dafne no se aprecia puesto que sólo se ve un árbol.


En cuanto a la técnica en el esculpido Bernini combina el Sfumato y el perfecto pulimentado de los cuerpos de las figuras con otras texturas diferentes, así puede apreciarse la rugosidad de la corteza en los pliegos de la capa de Apolo, los cabellos de ambos personajes, las incipientes ramas y también en las hojas.


Todo lo descrito hace que la luz provoque claroscuros en la superficie del mármol en que ha sido esculpida.



Si vediamo troppo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me encanta el mito de Dafne y Apolo, pequeña. De hecho, en Selectividad (no ha llovido ná) en el examen de literatura, había una pregunta para hacer el comentario del siguiente poema de Garcilaso de la Vega:

"SONETO XIII


A Dafne ya los brazos le crecían

Y en luengos ramos vueltos se mostraban;

En verdes hojas vi que se tornaban

Los cabellos que al oro oscurecían


De áspera corteza se cubrían

Los tiernos miembros que aún bullendo estaban;

Los blancos pies en tierra se hincaban,

Y en torcidas raíces se volvían.


Aquel que fue la causa de tal daño,

A fuerza de llorar, crecer hacía

El árbol que con lágrimas regaba


¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,

Que con llorarla crezca cada día

La causa y la razón por que lloraba!"

Y, efectivamente, nuestra profe de literatura nos dijo: además de todos los recursos literarios añadid que el poema recuerda a la escultura de Bernini...Jeje, le tengo muuuucho cariño al soneto y a esa escultura. Me encanta tu entrada, peque. ¡Qué blog tan bonito!, desprende la misma dulzura y elegancia, propias de su autora. Besitos.

PD: Perdón por el borrado del mensaje anterior...es lo que tiene escribir rápido. Sorry!.